sábado, 3 de noviembre de 2012

Día de Muertos


la "Catrina"


  
Detalles de un altar
 
     Altar de muertos dedicado a San Bartolo Ameyalco

                           
Sorprendidos gratamente nos hemos quedado todos con el culto a la muerte que se vive estos días en México. Creo que a partir de hoy veremos a la muerte de otra manera, con respeto sí pero con menos miedo y más significados, sobretodo los niños.

México es un país rico en cultura y tradiciones; unos de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida, la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran entorno a ellas.

Generalmente se considera a la muerte de dos formas: la primera como el fin de los signos vitales; la segunda como la trascendencia a través del alma. El ánima del individuo pasa a formar parte de otro mundo; el muerto se vuelve temible porque ha sido arrancado de una plenitud vital, a la cual todavía permanece atado. Así se establece un vínculo entre el muerto y los supervivientes, quienes se sienten obligados a mantener y alimentar con ofrendas. Si el rito se cumple, el difunto se convierte en un antepasado protector de la familia y del grupo. En México la ofrenda a los muertos empieza el día 30 de octubre cuando se corta la flor de cempasúchil y se recuerda a las ánimas que no tienen familiares que pidan por ellas; el 31 de octubre regresan los niños que murieron prematuramente y sin bautismo; el 1 de noviembre, día de los muertos chicos, llegan los niños que murieron bautizados y las mujeres que murieron vírgenes, y se instala la ofrenda. El 2 de noviembre, día de los muertos grandes, retornan la mayoría de los difuntos, se visita el panteón y se traslada allí parte de la ofrenda. El 3 de noviembre se considera que los difuntos ya han tomado el "aroma" de los alimentos y regresan al más allá.
Las ofrendas, cuyo fin es que el difunto pase un día feliz en su retorno al hogar, se instalan sobre una mesa o en el suelo, se decoran con papel de china o manteles blancos y sobre ellos se dispone comida, bebida, flores, incienso, velas, imágenes y otros objetos asociados a los difuntos. Durante todos estos días es imprescindible la presencia de uno de los personajes más característicos de la cultura mexicana, se llama Catrina y representa a la muerte, su imagen fue creada por José Guadalupe Posada y bautizada por Diego Rivera.

La tradición está fuertemente arraigada y convive en armonía con Halloween. Nosotros hemos tenido ocasión de montar un altar en la escuela y os puedo decir que es una de las fiestas más bonitas y curiosas que hemos vivido en México hasta ahora.

3 de noviembre 2012. México D.F.

Bibliografía: La muerte en el altar. Ed. RM

No hay comentarios:

Publicar un comentario