Siempre quisimos educar a nuestros hijos desde el respeto, la sencillez, la tolerancia, la diversidad y la empatía, entre otras muchas cosas. Para nosotros estas son algunas de las cualidades que hacen rica a una persona, son esas cualidades que forman parte de las inteligencias múltiples de las que tanto se habla hoy en día.
Saber sumar y restar con cierta agilidad.. o no! Saber más o menos historia o biología o física o química es importante pero, a mi parecer, nunca es tarde para aprender esas cosas.
Me costó darme cuenta, lo admito.. pero desde hace algún tiempo y ,gracias a mis hijos y a esa experiencia que me brindó mi marido de viajar por el mundo, mi meta, nuestra meta está más clara cada día…
El hecho de viajar y vivir en otros países lejos del tuyo con otras costumbres, con diversidad de pensamientos, de cultura, de origen… hizo desarrollar valores en nuestros hijos que, seguramente hubiesen desarrollado en algún momento… pero ellos a su edad ya han hecho un “máster” en ese sentido.
Viajar para nosotros supone compartir, convivir, entender, es empatizar, sufrir, reír y, porque no, llorar, es resolver conflictos internos y externos, es tolerar, es jugar, es descubrir…. ¿quién no quiere eso para los suyos? Podrán no saber con certeza lo que quieren ser en un futuro pero lo que si tendrán claro es que con esos valores venga lo que venga siempre saldrán ganando.
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